Mitos sobre las sillas a contramarcha.
Con motivo del día Europeo sin Muertes en la Carretera nos sumamos a la campaña Ni un peque más en peligro. A contramarcha yo viajo seguro.
La contramarcha en España es un tema que aún está creciendo aunque en internet la conciencia general en foros y grupos cada vez es mayor.
Existen varios mitos o tópicos que echan para atrás a la hora de comprar una silla a contramarcha. Hoy te los aclaramos un poquito para que cada vez seamos más a favor de éstas sillas.
- EN LAS SILLAS A CONTRAMARCHA LOS NIÑOS NO VEN NADA Y SE ABURREN.
Cuando un bebé va e un grupo 0 o 0+ van sentados en una silla relativamente baja y hundida. Y ya de por si por su propio tamaño es lógico que no vean nada prácticamente por la ventanilla. Cuando pasan a una silla más grande, el niño puede mirar perfectamente por la ventana pero si va en una a contramarcha, ésta queda mucho más centrada por lo que ve incluso más y por si fuera poco puede empezar a ver por la luna trasera con lo cual la visibilidad es aún mayor.
En cambio los niños que van a favor de la marcha, lo que ven es el respaldo del conductor o copiloto y un trozo de ventana, ya que van pegados al respaldo del coche y con el protector de cabeza tampoco ven demasiado.
Hay niños que odian el coche y se aburren, pero seguramente que no será por ir en un sentido u otro. Cuando se trata de desplazamientos largos, normalmente un adulto va sentado detrás con el niño por lo que al ir de espaldas permite la interacción entre los dos pues se miran de frente el uno al otro. En sillas que van a favor de la marcha esto no es posible y añadimos un riesto más, para ver a su acompañante el niño tiene que inclinar la cabeza hacia adelante y salirse de la protección lateral.
Existen numerosos aparatos como DVD portátiles, juguetes, espejos para hacer su viaje más ameno y mucho más seguro.
2. SI LE LLEVO EN UNA SILLA A CONTRAMARCHA PIERDO EL CONTACTO CON EL.
Hoy en día existen en el mercado numerosos modelos de espejos para sillas a contramarcha con lo cual puedes saber como va tu hij@ en todo momento. Se trata de saber como va no de verle continuamente ya que al ir conduciendo hay que centrar la vista en la carretera.
3. LAS SILLAS A CONTRAMARCHA SON INCÓMODAS YA QUE LLEVAN FLEXIONADAS LAS PIERNAS CUANDO CRECEN.
Para romper con éste mito nuestro amigos de A Contramarcha nos lo explican muy bien:
En cuanto el pequeño toca el asiento con los pies, los padres corremos a comprar la siguiente silla para darle la vuelta y “evitar que las piernas se rompan”. Además de ser falso, este razonamiento le otorga más importancia a sus piernas que al cuello, pues para evitar que éstas “puedan lesionarse” (algo que llegado el caso sería perfectamente reparable), exponemos su cuello a una lesión mucho más importante (e irreversible, cuando no mortal). Si el niño viaja a contra-marcha, ante un impacto frontal, la energía generada flexiona sus piernas hacia el pecho. No hay constancia de lesión grave o rotura de piernas por haber viajado de esta manera; en cambio, las estadísticas a nivel mundial sobre discapacidad irreversible y mortalidad de los más pequeños por haber circulado de frente son desoladoras.
4. EL NIÑO AL IR DE ESPALDAS SE MAREARÁ.
Nooo! Somos los adultos los que tenemos ya nuestro cerebro “programado” para la marcha hacia adelante por lo que al ir al contrario nos mareamos. Pero el bebé que desde el principio está aconstumbrado a viajar así no se mareará ya que no hay motivo para ello.
5. LAS SILLAS A CONTRAMARCHA SON CARAS.
Existes sillas a contramarcha más “caras” y más económicas, exactamente igual que las sillas a favor de la marcha. Hay que tener en cuenta la duración del uso que le vas a dar a la silla y si realmente echas cuentas las sillas más “caras” no lo son tanto. Pero aún así, cada vez más fabricantes se decantan por la seguridad total de nuestros pequeños y el abanico de precios es más grande para todos los bolsillos.
Y ya sabes, cualquier pregunta, duda o cuestión que tengas estaremos encantados de asesorarte.
